Al contrario que con Harley Benton, los productos Behringer tienen un mal nombre que a veces no responde a la realidad. Y éste previo es el ejemplo perfecto.
Para empezar, el diseño es sobrio pero elegante. Respecto a construcción, es cierto que no es de metal como los típicos pedales Boss, pero se ve un pedal robusto (de hecho hasta pesa un pelín). Ahora bien, los potes son de un plástico no muy bueno y eso hace que si seteas mucho el previo el tacto sea raro.
Respecto al sonido y a sus prestaciones, pues por lo que vale es absolutamente inmejorable. Yo le he sacado sonidos muy pero que muy majos de slap pero también cosas más cálidas con el fretless. No soy mucho de distorsión pero también le puedes sacar ese tono "de cabreao" para tocar con púa.
Es cierto que no es el mejor previo del mundo pero tampoco vale lo que cuesta el de Sansamp ni el Tone Hammer. A mí me sorprendió muchísimo e incluso lo he utilizado en varios directos (aunque no me atrevo a sacarlo mucho por el tema de los potes).
Como punto final tiene un contra que conviene remarcar y es que este previo debora las pilas, literalmente, osea que es recomendable utilizarlo con fuente de alimentación.