He estado por muchos años inmerso en el mundo sonoro. Mi estudio está pertrechado con lo mejor, y, por supuesto, en ese apartado no faltan las unidades de efectos de élite. Pero este pedalito es sorprendente... Primero, su acabado: se nota minucioso, diseño y concepto inclusive. El DLY pasa a la RV y de ahí al fuzz, lo cual arroja un nivel de capas y de destrucciones sonoras sencillamente brillantes en una unidad tan compacta. Posibilidades infinitas. Individualmente, tanto DLY como Rv son de lo más profesional, con texturas ricas y modulaciones extremas. El fuzz es grueso, muy potente. La verdad es que he de recomendar la unidad porque es de lo mejor que he escuchado jamás. Felicidades al diseñador.