Una de las cosas más incómodas y molestas de tocar la guitarra es darte cuenta de que , al tercer día, las cuerdas ya no están como el primer día. Eso no pasa con Elixir. Vale, son caras, pero compensa. Suenan excepcionales, brillantes, con cuerpo, un tono excepcional y son muy estables. Quizá hay que acostumbrarse a tu tacto, pues es algo más duro de lo habitual, pero sin lugar a dudas, quien quiera sonar BIEN , debe ir a por esta marca.