Los soportes transmiten una sensación de solidez desde el primer momento. La estructura es estable y no presenta vibraciones ni movimientos indeseados, incluso a volúmenes altos. Además, el acabado es impecable: las uniones están bien rematadas y los materiales se notan de calidad, lo que da confianza en su durabilidad a largo plazo.
La instalación fue sencilla y las instrucciones, claras. Una vez montados, los altavoces quedan perfectamente alineados y seguros. También me gustó que incluyan elementos antideslizantes y antivibración en la base, un detalle que mejora la experiencia sonora y evita resonancias.
En resumen, son soportes muy recomendables si buscas algo resistente, bien construido y con un aspecto profesional.