Utilizo el ukulele para ensayos informales y para enriquecer algunas producciones en el estudio como instrumento secundario. En resumen, cumple su función perfectamente a un precio muy competitivo, aunque si fuese a grabarlo como instrumento principal o como instrumento de concierto, optaría por un ukelele de gama más alta.
En general es muy recomendable si los usos son parecidos al mío. El sonido es delicado y dulce, permite enriquecer el acompañamiento a una guitarra por ejemplo, aunque no esperemos mucho volúmen por su tamaño, pero sí se echa de menos algo más de 'sustain'. Los acabados son muy buenos y da gusto ver las juntas de la madera o el barnizado final. Quizá los afinadores no el punto más fuerte ya que requiere volver afinar el instrumento con cierta frecuencia. Algunos trastes agudos emiten algún zumbido pero no es de grave importancia.