Buscaba un equipo de bajo que fuese pequeño para ubicar en cualquier sitio, y que diera el volumen suficiente como para practicar sin producir fuertes vibraciones que molesten a otras personas, por lo que me decanté por este modelo Hartke.
Este mini combo para bajo es increíble, auque es pequeño tiene un sonido grandioso, no porque haga mucho ruido, sino porque los graves que da, son profundos y sonoros, con cuerpo, pareciendo increíble que salgan de un altavoz tan pequeño. A su vez con el altavoz híbrido incorporado, entrega los agudos característicos del sonido Hartke, brillantes y con cierto toque metálico, de uso frecuente en "Slap Bass", cubriendo un amplio espectro sonoro. El sonido que da en general es muy limpio, sin distorsiones.
Las medidas reales del amplificador son: anchoXaltoXprof. 310x335x205 mm y su peso sin cable es de 6,3 Kg, lo que afortunadamente, lo hace más pequeño y ligero que lo anunciado cuando lo compré.
Los mandos del ecualizador puestos a la mitad, dan un sonido muy correcto y equibrado, en cuanto se van subiendo los graves, medios, o agudos, la diferencia es muy notable.
Los 15 W que da, cunden perfectamente para practicar solo en una habitación con música de fondo, o incluso en un salón grande. Por supuesto, para tocar en grupo es mejor un modelo más potente.
La entrada AUX que tiene, permite incorporar música a traves de MP3 o el móvil, dando muy buen sonido y potente, como si fuese una cadena de audio (de 15W), por lo que resulta muy completo.
El precio es interesante para la calidad de fabricación que tiene, por lo que es una compra recomendable ya sea para iniciarse en el bajo, para práctica, composición o arreglos musicales, pudiendolo llevar y colocar cómodamente en cualquier lugar.