Antes de comprar este atril he probado con otros más baratos, que tenían una base (en forma de horquilla de dos brazos) para el cuerpo y un apoyo superior para el mástil (en forma de herradura).
Con guitarras y bajos "offset" (como un jazz bass o una jazzmaster) y con acústicas, esos atriles dan problemas de rapidez, seguridad y robustez.
Los de cierre de goma son lentos porque has de usar ambas manos para abrirlos o cerrarlos ¡y al final no lo haces!
Los de cierre por cancela se pueden abrir con una mano, pero si no tienes cuidado, golpean la caja de una acústica al sacarla, dependiendo de cuán alto has puesto la herradura superior.
La estabilidad de aquellos atriles no es mala, porque apoyan el peso en la base, a diferencia del Hércules, que tiene el peso del instrumento en la "herradura" superior", lo cual genera un riesgo si te tropiezas con él.
Por otra parte, los otros atriles son fáciles de mover con el instrumento, mientras que el Hércules resulta incómodo e inseguro, porque el instrumento hace de péndulo libre.
Pero entonces, ¿por qué me he comprado el Hércules?
Porque es robusto, fiable y rápido para dejar o coger el instrumento.
Las únicas precauciones que hay que tener con él son:
- Elegir una ubicación en el escenario que no esté al paso.
- No moverlo de ahí.
Por tanto:
Pros
- Calidad de construcción y materiales (no falla y no se deforma).
- Sistema muy probado.
- Dejar y coger el instrumento es instantáneo y se hace con una mano.
- Incluye unas piezas para engrosar la "herradura" que permite colgar instrumentos con la pala (clavijero) estrecho, como Telecasters.
Contras
- Es más pesado que los otros baratos, que apoyan el peso en la base.
- Es más caro.
- Si tropiezas con el atril por detrás, puede ser inseguro, pero no más que los otros.
- Mover el atril con el instrumento es más engorroso que con los otros.