Elegímos este atril por su color atractivo, ya que iba destinado a una niña de 7 años.
Era su primer año de clarinete y es perfecto para tenerlo en casa, para la practica diaria del instrumento y que dé un toque de color y simpatía a la estancia y al momento de estudio.
En el caso de haberlo de transportar habitualmente, no seria la mejor elección, pero sí para un atril estable.