En general el taburete cumple su función y está fabricado con materiales de calidad, lo que le otorga solidez y fiabilidad. Sin embargo podría mejorarse para hacerlo más cómodo y práctico.
El asiento es grueso, no se clava nada, pero es bastante incómodo y muy duro: usarlo durante horas acabará molestando.
La altura puede variarse en segundos, pero el apoyo para los pies es difícil de manipular y requerirá tiempo y herramientas. Además, incluso subido al máximo se queda más bajo de lo que necesito.
El mecanismo para inclinar el sillín es complejo, queda un poco a desmano y se afloja si no se aprieta a conciencia, moviéndose el asiento y dándonos un buen susto.
La estructura se pliega fácilmente, pero el asiento no dobla con el resto de la estructura y hay que aflojar el mecanismo para plegarlo del todo, así que si hemos encontrado la posición óptima, la perderemos.
Por el grosor del asiento y la forma de la estructura plegada, el taburete no queda nada plano (unos 20-25cm.) y no cabe en cualquier hueco para desplazarlo o guardarlo (en casa no me cabe detrás de la puerta de la habitación).
Al mes decido devolverlo a la tienda.