La escala pentatónica (de cinco tonos), conocida desde las culturas y la música folclórica más antiguas, consta de secuencias de tonos enteros y pasos de tono y medio (como las teclas negras del piano). Como no hay pasos de semitono y ningún tono tiene una función de tono principal, cualquier tono puede ser el tono inicial, "central" o final. El resultado son melodías de carácter flotante y, con notas de acompañamiento, una melodiosa polifonía. Las pentatónicas son adecuadas para el trabajo musical con niños en edad preescolar y primaria y en musicoterapia.