El diseño de la Adris Dream se aparta de lo normal. Todas las flautas de pico son perfectas, por eso perduran sus diseños; pero la Adris Dream me cautivó en cuanto la vi.
Su sonido renacentista, de tubo gordo, me sirve perfectamente para tocar de oído canciones sencillas; y al aire libre suena mucho más potente que las barrocas.
La digitación es muy estable en toda la tesitura, aunque tiene algunas posturas ligeramente peculiares para afinar la nota (sí bemol por ejemplo). En seguida se le coge el tranquillo porque son muy intuitivas, de todas formas.
Por su precio relativamente bajo aconsejo incorporarla a tu pequeña colección aunque solo fuera por la belleza de su diseño y el agradable tacto de su madera.