Los cables y sistemas de conexión sirven para el transporte de señales eléctricas de A a B. Estas señales poseen muchas características por las que merece la pena garantizar un transporte óptimo. Se puede establecer un clasificación elemental para ámbito musical:
Grupo | Características | Observaciones |
Señales de micro | Incluimos las salidas de micrófonos e instrumentos de cuerda electrificados. Las tensiones de salida son realmente mínimas (< 1 voltio), las fuentes de señal poseen más bien una alta resistencia de salida y el flujo de corriente es muy bajo. | Debido a las bajas tensiones y las altas resistencias son bastante sensibles a interferencias aunque insensibles a cortocircuitos. |
Señales de línea | Son señales ya preamplificadas, pero todavía no capaces de alimentar altavoces. P. Ej.: Salidas de teclados y CD/MD/Multi-Track, salidas de envíos de efectos a amplificadores y mesas de mezclas, salidas de mesas de mezcla. Las tensiones tampoco aquí son muy altas (< 2 voltios), pero en este caso tenemos más bien menores resistencias de salida. Con ello fluye algo más de corriente que en las señales de micrófono. | Electricidad bastante robusta, pero enlazar una salida de altavoz y una entrada de línea significa en la mayoría de los casos la defunción de los receptores. |
Señales de altavoz | Estas son las señales con suficiente potencia para hacer trabajar unos altavoces, las salidas de amplificador. Aquí encontramos ya señales de mayor empaque, de hasta 20 .. 30 voltios, con resistencias de salida que pueden ir hasta bajo 1 Ohm. Aquí si que fluye bastante savia a través del cobre. | A los sistemas de transistores no les gustan los cortocircuitos, a los de válvulas ninguna marcha sin carga. |
Lo que hay que considerar en las tres fuentes de señal: Los diferentes rangos de impedancias- (= resistencias) y las tensiones implicadas. Generalizando: cuanto mayor es la impedancia y menor la tensión, más sensible a interferencias será la señal. Comparando micrófono y altavoz esto es muy claro. Y se debería prestar atención al cableado, especialmente al tipo de cable, de conector y de material.
Una vez aprendido que los cables de altavoz tienen (o deberían tener) una baja impedancia, podemos hacer alusión a los diámetros de hilo. Realmente parece lógico, no queremos quemar nuestro apreciado amplificador con la resistencia (la que un cable con alta impedancia ofrecería), ¡esto se pone caliente!, sino que la potencia debe poder llegar a los altavoces. Por eso se recomienda para altavoces un cable lo más corto posible y de diámetro grueso.