El cajón tiene la altura aproximada de las rodillas, y es un instrumento de percusión con forma cuadrangular. Su cuerpo, sobre el que literalmente se toca, es mayoritariamente de madera, es hueco y presenta como difusor una abertura circular en la parte posterior. La superficie de bateo suele ser una plancha de madera, y en los cajones modernos se incorpora un mecanismo con función de bordonera. Se toca preferentemente con las manos, y ocasionalmente con escobillas, Rods o pedales especiales.
Oriundo del entorno cultural de Sudamérica, particularmente en Perú y Cuba, el cajón tiene tras de sí una larga tradición. En el Flamenco español se encuentra arraigado desde finales de los años 70s. Con todo ello además ofrece con su moderna construcción mucho potencial para los estilos musicales contemporáneos, y con sus sonidos similares a los de el bombo y la caja, parece predestinado a asumir la percusión en las sesiones Unplugged o junto a las hogueras en los campamentos.
Debido a sus en comparación bajos costes de construcción, la técnica fácil de asimilar y su relativo bajo volumen, el cajón hoy en día es uno de los más importantes instrumentos de iniciación en el mundo de la percusión. Entre tanto ningún percusionista ni ninguna escuela de música pueden renunciar ya a contar con un cajón en el inventario de instrumentos.