Especialmente en las guitarras clásicas las cuerdas pueden peder con facilidad su estabilidad de afinación - siendo éstas de un material relativamente flexible. Por eso deben ser cambiadas con regularidad. Si no se hace consecuentemente, pronto se pueden oír las cuerdas trastear. Como muy tarde, en las guitarras clásicas se debería también cambiar por completo las cuerdas cada dos meses aproximadamente - también cuando no se toca muy a menudo.
En los cambios de cuerdas se cometen bastante a menudo un par de fallos, aquí están los más usuales:
Para esto no necesitas mucho, pero un par de herramientas pueden facilitar el trabajo:
Retirar todas las cuerdas - básicamente cambiar las cuerdas una detrás de otra y no todas a la vez. Esto respeta la relación de tensión de la guitarra manteniendo su estabilidad de afinación.
Enhebrar las cuerdas nuevas en el puente de manera que la cuerda sobresalga por detrás unos 10cm.
El final corto de la cuerda se arquea bajo la sección larga de la cuerda para finalmente pasarla por detrás creando un lazo.
Para la fijación del nudo se pinza el final corto de la cuerda entre el canto del puente y la cuerda. Atención, hasta que no se tensa el nudo hay que sujetar el final corto de la cuerda con el pulgar.
Ahora se estira la cuerda para tensar el nudo. Hay que prestar atención a que no resbale el final corto de la cuerda sobre el canto del puente.
Ahora se puede enhebrar la cuerda en el clavijero. Esto se hace especialmente fácil cuando la mecánica previamente se ha colocado con el agujero del eje mirando hacia afuera, de manera que se pueda introducir con facilidad la cuerda a través de él.
Para no tener que enrollar demasiado material de la cuerda en la mecánica, se debe estirar la cuerda hasta un punto donde quepa una mano entre el mástil y la cuerda (como se aprecia en la foto). Con esto queda suficiente material para tensar. En el siguiente paso se debe sujetar la cuerda con una mano para asegurar que se mantiene el largo medido.
El final de la cuerda se lleva hacia arriba, se pasa bajo de la cuerda y otra vez se enhebra por el eje hacia abajo. Finalmente se tensa el lazo creado. ¡Atención, sujetando la parte contraria!
Ahora hay que estirar la cuerda. De esta forma se engancha la cuerda por la tensión a sí misma y ya no puede resbalar. Mientras se tensa se lleva la cuerda a la perforación de la cejuela que le corresponde.
Una vez se ha terminado de tensar la cuerda debemos estirarla de nuevo para que mantenga la afinación. En las cuerdas graves se puede estirar con empeño tranquilamente.
Para concluir óptimamente el cambio de la primera cuerda se corta con un cortador de cuerda el retal de cuerda sobrante.
Todo el procedimiento se repite con las otras 2 cuerdas graves - posteriormente entrarán en juego las cuerdas de melodía.
Una vez retiradas todas las cuerdas viejas, se enhebran las nuevas cuerdas de nailon en el puente, de manera que sobresalgan unos 10cm por el lado opuesto del puente.
El final corto de la cuerda se arquea bajo la sección larga de la cuerda para finalmente pasarla por el lazo creado.
A continuación el segmento corto de la cuerda se pasa por detrás del segmento largo y se enlaza en sí misma dos veces más (en total 3 devanados)
Para fijar el nudo se pinza el segmento corto entre el canto del puente y la cuerda. Atención, hasta que no se tensa el nudo hay que sujetar el final corto de la cuerda con el pulgar.
Ahora se cierra el nudo estirando del segmento largo de la cuerda. Se debe prestar atención a que no resbale el final corto de la cuerda por encima del canto del puente.
Enhebrar y fijar la cuerda en el eje como se indica en los pasos 6 - 9
Una vez enhebrada y fijada la cuerda se debe estirar la misma para que mantenga la afinación. En las cuerdas agudas de nailon esto se debe hacer de forma especialmente cuidadosa.
Finalmente se corta el retal de cuerda sobrante con una cortador de cuerda, la primera cuerda ha sido cambiada de forma óptima.
Solo queda repetir el procedimiento con el resto de las cuerdas - Voila, listo.