Los tambores arábigos, asiáticos, indios, o irlandeses, son los tradicionales predecesores de los actuales tambores de marco. Los tambores de marco, como su propio nombre indica, se componen de un marco o bastidor (en la mayoría de ocasiones de madera de diferentes capas o laminado), un parche (natural o sintético), y un sistema de tensado o afinación. Los instrumentos más tradicionales presentan frecuentemente pieles naturales de cabra, y destacan por su sonido rico en armónicos. La forma de tocar tradicional extrae de ellos sonidos cálidos, más densos y graves hacia el centro y más agudos y secos cuanto más cerca del marco se golpean.
El tambor de mesa es un tambor de marco con forma muy especial que se toca a frecuentemente al mismo tiempo por varias personas. Éste fascinante instrumento es un gran tambor similar en tamaño y forma a una mesa, con una piel de tambor extendida a lo largo de su superficie, que puede ser tocada con las manos o con mazos de forma puramente experimental o bien acompañando otros ritmos. Debido a que varias personas pueden tocar juntas, es popular en la musicoterapia, donde pueden compartir el toque jóvenes y adultos, lo que le convierte por definición en un „instrumento de grupo“.
Otro pariente del tambor de marco es el pandero o Tamburin (diminutivo de tambor en francés, o en persa Tabir). Se trata de un tambor de mano de cuerpo cilíndrico pequeño y estrecho con uno o dos parches. El instrumento se extendió por toda Europa en torno a 1500 a través de las músicas populares, y en Francia se acompañaba con el flautín Galoubet. Ya en 1255 Ulrich von Lichtenstein nos describe esa pareja inseparable. El poeta y compositor francés Machaut (cerca 1300-1377) lo señala en la conquista de Alejandría. Algunos instrumentos tienen sonajas alrededor del marco, por lo que se le conoce también como tambor sonajero. El pandero de orquesta moderno (también substituto de la caja), presenta un pie de apoyo y tornillos tensores o de afinación, mientras que la terminación más popular puede incorporar una correa y cordal de afinación.
El pandero por norma general se toca con la mano, donde el sonido agudo y alegre de los sonajeros o de los golpes en el exterior o el canto del marco son bastante penetrantes. Si se toca con un mazo o baqueta el sonido resulta más percutivo golpeando en el centro del parche y haciendo sonar así todo el diámetro del mismo, acompañado de fondo por el sonido agudo de las sonajas.
Similar al Tamburin es el anillo de sonajas, también asociado al nombre de pandereta. Como su nombre ya dice, se trata de un anillo con sonajas, y no tiene parche. Se toca bien con la mano o simplemente agitándolo o haciéndolo golpear con partes del cuerpo. Pero también se puede añadir a un set de batería, como es muy frecuente ver. Se ajusta con un soporte a medida y se toca con las baquetas. El número de sonajas varía de modelo a modelo, y naturalmente esto influye en su sonido.
De la música Samba también es conocido el Tamborim. El Tamborim es un pequeño pero fino tambor de mano normalmente fabricado en metal (con diámetros de 5,5´ - 7´) y con una piel muy tensada. Por su afinación es el instrumento más alto de la Batucada.
El Tamborim se sujeta con una mano, mientras que con la otra se golpea el parche con un mazo de timbal o de plástico. En las escuelas de samba se tocan a veces por encima de la cabeza con una vara bastante larga y a una vertiginosa velocidad.
Hay diferentes formas de tocar: Se pueden extraer tonos abiertos y cerrados. El Tamborim se sujeta con los dedos pulgar e índice, los demás dedos amortiguan determinados golpes, o bien tensan el parche en los golpes cerrados. Los más virtuosos también pueden seguir patrones de Tamborim con juegos de dedos con la mano izquierda. Adicionalmente también se puede hacer girar el Tamborim en intervalos muy rápidos para golpear el parche con la baqueta desde abajo. Esto se puede realizar al compás o bien simplemente solo en Off-Beat (entre tiempos).