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7. Cuidados

En los cuidados y el mantenimiento no hay diferencias ni en entre ellas ni en comparación con los demás instrumentos de la familia de viento metal. Pero ambos instrumentos necesitan su mantenimiento.

Siempre después de tocar y no solo en los días grandes.

Son importantes aquí por ejemplo las válvulas. Ellas no se aceitan por sí mismas, y si no se aceitan no funcionan bien, o incluso dejan de funcionar. Esto se nota especialmente tras largos periodos sin tocar. Cada dos semanas se debería aplicar un par de gotas en los ejes de las válvulas y en los elementos móviles de los mecanismos. La trompa no es una lechuga, por tanto no podemos utilizar aceite de ensaladas, sino un aceite especial para válvulas. Todo lo demás solo afectará negativamente sobre el comportamiento del instrumento y al instrumento en sí. El que no tenga claro el qué y el cómo, debería recurrir a un establecimiento especializado o dejarse informar por profesores.

Para la boquilla existen cepillos y limpiadores especiales. Lo ideal sería una limpieza siempre después de tocar. De vez en cuando se debería pasar la boquilla bajo el fluir del agua al tiempo que repasa con el cepillo. Lo mismo de debería aplicar al cuerpo en periodos más separados de tiempo. Aquí no obstante se deben desmontar algunas piezas, por lo que no se recomienda hacerlo a la ligera.

Junto a esta limpieza especial es importante una limpieza ordinaria después de tocar. Aquí no deberían faltar los cepillos especiales en espiral que son capaces de llegar hasta los rincones más difíciles del instrumento. Aplicando regularmente estas reglas de limpieza se pueden evitar muchas sorpresas desagradables. El que tenga la posibilidad no debería conformarse con guardar su instrumento rápidamente en la maleta, mejor esperar un poco a que la humedad en el instrumento se evapore mejor. También después de tocar se debe pasar un paño suave por el exterior del instrumento para eliminar gotas y huellas de los dedos. Los restos agresivos de sudor y la suciedad no podrán así afectar sobre el lacado.

¡En general no se necesitan muchos productos de mantenimiento! Pero algunos no deberían faltar en ningún caso: Cepillo de boquilla, espirales de limpieza, aceite de válvulas, producto de cuidados para la superficie y un paño suave.

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