La principal crítica dirigida a los instrumentos por software suele ser lo difícil que es controlarlos con sólo un ratón. Los sintetizadores por hardware generalmente ofrecen todo tipo de botones, ruedas y deslizadores, para que tu experiencia en su programación sea altamente táctil e interactiva. El ordenador te puede ofrecer una hermosa interfaz visual, pero hay que moverse más allá del ratón a fin de tomar realmente el control del mismo, y es aquí donde entran en juego los controladores MIDI. Los parámetros dentro de un sintetizador por software pueden ser controlados a través de MIDI, de la misma forma que un sintetizador hardware, por lo que si fueras a construir una pieza de hardware que tuviera todos los knobs y deslizadores que pudieras desear, y enviara MIDI al ordenador, estarías en el negocio, y de hecho eso es exactamente lo que tenemos ahora, desde sencillas cajas repletas de potenciómetros, a faders motorizados en mezcladores MIDI.
También hay pads MIDI de batería, controladores de pie, pedaleras, pantallas multi-táctiles, controladores de viento, detectores de movimiento, e incluso convertidores MIDI para Nintendo Wii, todos los cuales pueden bombear a tu equipo un flujo completo de datos MIDI, que se pueden aplicar a cualquier parámetro de software, o si estás usando hardware, dirigirlo a cualquiera de los módulos de sonido.
La mayoría de los teclados controladores MIDI parecen venir repletos de knobs, deslizadores y más en estos días, que ha mejorado mucho nuestro acceso a los sintetizadores por software, y ha permitido a los músicos por ordenador ir mucho más allá del simple hecho de apuntar y hacer clic.
La importancia del interfaz MIDI entonces, es que permite que te muevas de forma creativa fuera y más allá del ordenador. Te permite controlar el software como si fuera un instrumento en lugar de un programa, y también conectarte a la calidad que ofrecen los sintetizadores hardware dedicados.