3. Historia
Ampeg Heritage SVT810E
El desarrollo de los amplificadores y las cabinas está estrechamente ligado al de los primeros instrumentos electrónicos. En 1951 dio el pistoletazo de salida el genial radiomecánico y visionario Leo Fender desde la soleada California con su Precision Bass: ¡Se trataba del momento del nacimiento del primer bajo eléctrico de terminación en serie! Cuesta un poco imaginarlo: ¡Solo pocos años antes se recurría necesariamente al contrabajo cuando se pretendía ser bajista! Y precisamente los contrabajistas en las décadas anteriores ya se contentaban si en medio de una orquesta de baile o en una animada Swingband se podían dejar oír algo. Y como Upright-Player (contrabajista), para poder hacerse oír, los bajistas de las décadas de los años 20 y 30 a falta de una solución electrónica que ayudara tuvieron que idear algo. De aquí viene la técnica del Slap con el contrabajo (hoy muy extendida por ejemplo entre músicos de música Rockabilly), que es el resultado directo de ese empeño – solo que esto dependía directamente de una técnica que reclamaba vigor y energía con el instrumento, ¡por lo que se exigía mucho músculo y resistencia!
Qué gran novedad fue por tanto el primer modelo de amplificador de bajo de la firma Ampeg, el Super 800 del año 1949, orientado por primera vez eminentemente a los contrabajistas. El amplificador disponía de un único altavoz de 12 pulgadas con apenas 18 W de potencia – ¡lo que hoy en día sería poco menos que ridículo! El primer producto eléctrico digno de mención dirigido a los bajistas fue el Fender Bassman de 1952, propulsado por un amplificador a válvulas con por lo menos 50 W y un altavoz de 15 pulgadas, configuración que en 1954 cambió a cuatro altavoces de 10 pulgadas. ¡Claro queda que estos primeros intentos naturalmente todavía estaban muy lejos de la diversidad que en nuestros días se deja ver en el mercado!
Como primera pantalla de bajo independiente con un éxito „impactante“, dicho con doble sentido, podemos nombrar la legendaria cabina 8x10 de Ampeg: Tal como lo digo, ocho altavoces representaban a su salida al mercado en 1969 un auténtico monstruo. El hecho es que esa pantalla a día de hoy sigue estando disponible, lo que de por sí habla de la eficiencia imbatible de ese sistema.
