Para comenzar a tocar vuestros nuevos parches, naturalmente lo primero es instalarlos en los cascos. Este proceso siempre suele ser bastante fácil. Primero hay retirar los parches antiguos por medio de una llave de afinación o con un destornillador a batería con una punta de llave de afinación. Al cambiar de piel, debéis posicionar el tambor de tal manera que cada parche respectivo quede orientado horizontalmente a vosotros. Esto también se aplica al bombo. Después de aflojar todos los tornillos de afinación, se quita el aro y a continuación se puede retirar el parche usado. Normalmente suelen aparecer polvo y virutas, que únicamente están esperando a que uno las elimine. Es buen momento para revisar el borde de apoyo del parche, ya que los golpes, las muescas u otros daños pueden dificultar considerablemente el proceso de afinación. Importante saber: En el lado de resonancia de la caja, casi siempre se encontrarán dos hendiduras hechas en fábrica en el casco, que corresponden con la llamada bordonera de la caja.
Ahora ya podéis colocar vuestro nuevo parche apoyado sobre el borde del casco, lo ideal aquí sería que resulte fácil de montar y sin que el anillo de aluminio (cuello del parche) raspe el casco. Finalmente se vuelve a colocar el aro por encima y se comienzan a apretar los tornillos de afinación de forma opuesta por pares con los dedos hasta que comiencen a hacer fuerza. Algunos bateristas suelen apretar ahora los tornillos de afinación en forma de cruz hasta un punto en el que el parche quede fuertemente tensado. Esto lo estira y consigue que se adapte bien a la forma del borde del casco. Sin embargo, este paso no es absolutamente necesario. Por cierto, con algunos parches escucharéis algún sonido de chasquido y crujido durante este proceso. Pero hay por qué preocuparse, estos son solo restos de adhesivo rasgado.