Viendo la extensa oferta existente en el mercado de los teclados arreglistas, no es raro el necesitar consejo ante la compra de uno de estos instrumentos. La técnica apenas nos aporta un punto de referencia. Mientras que al guitarrista todavía se le puede aconsejar que preste atención a que el mástil de la guitarra no esté arqueado, con el teclista quizás no se pueda hacer mucho más que advertirle de que derramar cerveza sobre el teclado puede dañar el instrumento.
Ahora en serio: La técnica no se desmorona tan fácilmente, y podemos encontrar instrumentos muy antiguos en un estado excelente. Como criterios de compra, podríamos resumir básicamente tres puntos:
En el punto 1, habría que decidir en primer lugar si optar por un instrumento nuevo o usado. Teniendo en cuenta que el valor medio de lo usado dentro del mercado de la electrónica cada vez es más corto, un teclado de segunda mano no debería ser demasiado antiguo. Buscando en la categoría correspondiente de los anuncios por palabras, o por ejemplo en nuestro tablón de anuncios, a menudo es fácil encontrar un modelo satisfactorio. Pero si lo que se busca es un modelo especial, como por ejemplo un Minimoog, la cosa podría resultar algo más cara. En cualquier caso se recomienda ir acompañado de alguien entendido, y poner a prueba el aparato antes de realizar la compra.
El Punto 2 es igualmente importante. Si lo que se pretende es aprender a tocar el piano clásico con un profesor de piano, no tiene sentido adquirir un teclado arreglista. De igual manera si uno se dedica al Home-Recording, comprar un teclado monofónico de los de antes con solo dos sonidos no va a aportar nada. Y si se está mucho tiempo de gira con una banda, seguramente no es necesario realizar la experiencia de tener que cargar con un pesado Hammond más el Lesley, a no ser que uno tenga el lujo de poseer sus propios Keyboard-Roadies. Quizás sería mejor primero visitar algunas tiendas con buenos departamentos de teclado y analizar un poco la oferta. Porque algo sí está claro: Si se pregunta a un teclista con experiencia, casi con toda seguridad va a recomendarnos fervientemente el mismo material que él está usando. Pero esto no necesariamente va a coincidir con lo que uno realmente necesita.
El punto 3 es un punto muy importante para recortar el abanico de opciones de compra. Hay que pensar a qué aplicaciones se va a destinar el teclado, y qué características técnicas nos van a exigir las mismas para el instrumento. Entre ellas, por ejemplo, vamos a encontrar si el instrumento necesita un disco duro para disponer de gran cantidad de datos de forma confortable, o si se precisan tomas individuales de salida para pistas Midi extra para mezclar en la mesa de mezclas o si uno como artista necesita también incorporar un vocalista integrado en el instrumento, o muchos estilos, 61 o 76 teclas, etc. Es recomendable hacerse una lista de chequeo, y también conversar con otros colegas músicos e intercambiar ideas o bien recoger información de las tiendas especializadas.