Queremos limitarnos en la exposición a lo más básico, y esperamos que alguno de nuestros lectores recurra a información profesionalizada motivado por esta guía online.
El rango tonal de los teclados modernos abarca 5 octavas. Encontramos hoy en día hasta 76 teclas en estos teclados. Naturalmente que un piano de cola ofrece algunas más, alcanzando especialmente registros graves bastante más abajo. Los usuarios de estos teclados, no obstante, no buscan en primera línea grandes similitudes con los pianos, para ello ya están los pianos digitales.
Fundamentalmente, en el aprendizaje del teclados rige lo siguiente: Si deseas de una vez tener algo para toda la vida, no puedes evitar las fundamentales clases de piano. Y el que sabe tocar el piano, puede automáticamente tocar sobre todos los tipos de teclados, con la técnica perfecta y siguiendo las notas si es necesario. No existe un teclista famoso en el mundo que no haya pasado por el aprendizaje clásico.
Pero tú deseas empezar a tocar inmediatamente, y no dentro de cinco años. Con la necesaria energía, puedes adoptar tu mismo algunos trucos. Existen por cierto un montón de publicaciones sobre métodos de aprendizaje para piano sin necesidad de conocimientos de notación. Si echas un vistazo en nuestro departamento de partituras descubrirás un montón de ellos. Con uno de estos métodos y la suficiente motivación para practicar con asiduidad, no te debería costar demasiado llegar a ser un buen teclista.
Pero sobre todo debes ser realmente muy disciplinado en la práctica, porque si no, no llegarás muy lejos. Nos referimos a practicar a solas, sin público. No aporta absolutamente nada si dedicas dos horas sin parar a torturarte con las teclas. Es mucho mejor si le dedicas dos veces al día de forma intensiva unos 15 minutos de práctica. Así lo hacen realmente los que tienen un profesor de piano, (la élite de pianistas por supuesto que le dedica ocho horas de práctica diaria).
¿Qué es lo que más conviene practicar? Al principio es importante el soltar los dedos. Como principiante, suelen contraerse en poco tiempo. Los siguiente sería entrenar la independencia entre ambas manos. También los dedos deben aprender a trabajar individualmente para alcanzar las teclas requeridas. Como teclista, debes trabajar la tanto la interpretación rítmica como la de solos. Primero por separado, después pasando de una a otra.
El objetivo de toda práctica es el poder tocar al mismo tiempo y de forma independiente con las dos manos. A menudo es así que, con la mano izquierda se interpretan figuras de graves, mientras con la derecha acordes sobre ellas. O se mantienen acordes con la mano izquierda, mientras que la mano derecha hace más bien de solista.
A propósito de acordes, la formación de acordes es una de las herramientas del teclista. Nos referimos a que el sistema de tonos es muy visible en los teclados, porque todos los tonos, al contrario que con la guitarra, están ordenados linearmente.
Una vez te has familiarizado con los principios básicos de la formación de acordes, como tres y cuatro sonidos en mayor y bemol, entonces presta atención a algo especial con lo que podrás tu mismo combinar a partir de un solo acorde. Se trata de las llamadas inversiones de acordes.
Partimos de la fundamental de un acorde: Tono raíz y sus terceras. En la inversión tomamos solo el tono más grave (sería el tono fundamental), y lo tocamos en la siguiente octava más alta. El tono más grave es ahora el más alto. Esta es la llamada primera (1.) inversión.
¡Seguimos jugando! De nuevo tomamos el tono más grave (sería entonces el segundo tono de la posición inicial), y lo tocamos también en su octava superior. Esta es la segunda inversión (2.) del acorde fundamental. Si repetimos esto en una tríada, tenemos de nuevo el acorde fundamental, solo que una octava más alto.
En una tríada, si te has parado a pensarlo, hay entonces dos inversiones posibles, en una cuatriada tres, y así sucesivamente. El número de inversiones posibles se da del número de tonos de un acorde, menos 1.
Probando te darás cuenta de que cada inversión tiene su propio carácter. La misma combinación de tonos tiene un efecto distinto en nuestro oído. Por tanto si se cambia el acorde dentro de las inversiones, se consiguen desde piezas sencillas muchas variaciones. Las inversiones ayudan también a cambiar de acordes más rápidamente al tocar, porque reconoces los tonos de cada uno de los acordes.