No podemos dejar de mencionar algo que todo músico de Hammond tiene intrínsecamente junto a su órgano: Un altavoz llamado ´Leslie´. La cabina del Leslie es una cosa muy especial. Contiene dos amplificadores. Uno de ellos alimenta un rotor de agudos que se asiente en la parte superior de la carcasa. El otro alimenta un altavoz de graves debajo en la parte inferior, delante de cuya abertura de proyección un tambor giratorio proporciona una desviación de la dispersión sonora.
Leslies en diferentes terminaciones:
El truco aquí está en que el Tweeter rotor va conectado a un motor que lo hace rotar, mientras que otro motor hace girar el tambor delante del altavoz de graves. En el órgano junto al manual (teclado) se pueden controlar los motores en tres rangos por medio de un interruptor: Giro lento, detención, giro rápido. Cuando gira lentamente se produce debido a la proyección circular del Leslie un sonido de órgano similar al Chorus que llena la sala, y cuando el giro es rápido genera un efecto igual a un vibrato. Se entiende que el efecto Leslie hoy en día se puede imitar fabulosamente por medio de procesadores digitales.
De hecho se ha conseguido mucho en este sentido desde los primeros intentos de los años 1970s. De modo que hoy las emulaciones digitales del mecanismo del efecto rotatorio ofrecen resultados extremadamente realistas, son además fáciles de transportar, insensibles a interferencias y sobre todo mucho más económicos que sus homólogos mecánicos.
Efectos Rotary electrónicos modernos: