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6. ¿Mi instrumento?

Naturalmente que un trompetista solista en la orquesta sinfónica o un Lead-Trumpet-Player no puede sustituir a una Bigband. Pero las múltiples opciones de aplicación de este instrumento ofrecen a todos los interesados en tocar la trompeta un montón de posibilidades.

Numerosas orquestas de vientos buscan nuevos y motivados miembros, los coros de las escuelas se encuentran permanentemente a la búsqueda de jóvenes talentos, y competiciones como la alemana „Jugend musiziert“ ofrecen a todo ambicioso trompetista una plataforma ideal para su expresión artística. También en fanfarrias o en carnavales el trompetista es un hombre muy requerido (o mujer, ¡cada vez más mujeres tocan la trompeta!). El tocar un instrumento de viento aporta, junto con el puro aspecto musical, también un montón de positivos beneficios sociales asociados: Una repercusión nada desdeñable. Los músicos de vientos son tenidos por norma general como gente muy sociable y suelen estar fuertemente enraizados a su cultura.

Trompetistas en una orquesta de vientos (Foto: © Birgit Krämer)

Condiciones físicas

Con edades entre 7 y 8 años se puede comenzar ya a tocar la trompeta. Es necesario sin embargo un desarrollo dental intacto, sobre todo en las piezas de la zona de los incisivos. Incluso con aparatos de ortodoncia o Brackets es posible tocar la trompeta.

Junto con un poco de fuerza y de pulso se precisa también algo de paciencia y perseverancia. En el toque de la trompeta se implican músculos de la zona de los labios que normalmente no se suelen ejercitar y que por tanto están poco desarrollados. Además el diafragma y una respiración íntegra juegan un papel decisivo.

Ninguna frase sin entonación

En el toque de la trompeta, como en todos los instrumentos de viento-metal, se genera una vibración por medio de la tensión de los músculos labiales del intérprete. A través de la boquilla se dirige la columna de aire hacia el instrumento. Una fuerte tensión en los labios en combinación con una presión de aire dada son necesarios para la producción de tonos altos. Los músculos labiales, que normalmente no se encuentran sometidos a esta carga y tensión, se cansan con el tiempo. Para los trompetistas tiene una influencia decisiva el entrenamiento continuado de los músculos labiales para aumentar la capacidad de entonar y mantener tonos agudos. Además juega un papel decisivo para la técnica individual del intérprete y la calidad sonora el colocar en la posición exacta la boquilla en los labios en relación con el instrumento.

Porque de un instrumento de viento se saca solo lo que previamente se ha introducido. La vibración del aire se convierte en sonido, siempre que el amplificador (la trompeta) se aplique correctamente. De modo que si se desea convertir en oro la chapa, se deben conjuntar proyección, entonación y técnica de respiración.

Con ello hay una regla especial para el toque de la trompeta: practicar regularmente es el fundamento principal para la técnica y la resistencia.

De esta forma la trompeta se puede convertir en un fiel socio y amigo de todo músico, que le acompañará a lo largo de toda la vida.

Literatura

El que desde el principio no adopta la correcta respiración, impulso y postura corporal, se acostumbrará a unos falsos hábitos que con el tiempo le impedirán prosperar (y le sustraerá la diversión). Por eso es más que recomendable el aprendizaje continuado en una escuela de música con metodologías eficaces aplicadas con el soporte de profesionales cualificados. Además el tocar en grupo es una parte importante de la formación. Desde el dueto a la orquesta la trompeta cubre todos los segmentos musicales. Para el concertista existe una gran variedad de literatura, tanto de composiciones originales como dedicados al instrumento. En el Jazz juega un papel central naturalmente la improvisación y el sonido personal. Muchas mujeres y hombres nos muestran qué grato es cuando uno es capaz de llevar una (su) trompeta tanto a la expresión del júbilo como del llanto.

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