Lo uso conjuntamente con un Millenium PD-122 Pro Bass Drum Pedal y un Nord Drum. Al principio y por costumbre, pisaba fuerte como si fuera bombo acústico, pero luego, su extrema sensibilidad me permitió operarlo de manera más suave. Si bien no trae ninguna instrucción de cómo instalarlo en el pedal de bombo, fue bastante intuitivo, casi encontró su sitio natural y no se ha movido desde entonces. Ahora, hasta resulta cómodo de tocar incluso estando de pie.
Por ahora, lo uso solo en estudio, pero se ve suficientemente sólido y estable como para soportar un directo.
PROS: Sólida construcción de metal. Gran sensibilidad del pad, registra incluso pisadas suaves.
CONTRAS: Quizá debería tener alguna protección plástica adicional porque el golpe es del metal del pedal contra el plástico del pad, y uno quiere que le duren sus cosas.