La compre con mi Yamaha CPX y es ideal para este modelo: robusta, no excesivamente pesada y muy bonita, da la sensación de que llevas una gran guitarra entre manos que merece ser cuidada. Y, para eso, esta funda es perfecta: el terciopelo por dentro, el aspecto por fuera... yo llevo con ella 4 años y se ha llevado golpes, viajes de conciertos, castigo diario por su uso... y, aunque con sus pequeñas huellas de batalla, sigue íntegra cumpliendo su cometido.