Adquirí una pareja de este monitor no para sonorizar un ordenador, estudio, o similar, sino para sonorizar un stage piano Kawai MP-10. Estaba buscando unos buenos monitores de referencia que me permitieran sacar graves y agudos nítidos y reflejar la alta calidad de sonidos del MP-10. Después de leer muchos reviews y de dudar mucho, me decidí por los Yamaha HS 7. Estuve mirando los HS-5, pero se me hacía que se podían quedar cortos en los graves y a lo mejor incluso con la potencia. Y los HS-8 se me hacían demasiado grandes para mi. Así que me decidí por los HS-7. Estoy convencido de que hice la elección correcta.
En su momento estaba dudando y pensando en comprar monitores de otras marcas, pero investigué un poco, y todos los reviews apuntaban a que los Yamaha eran de lo mejorcito en el mercado (en este rango de precio). La respuesta es muy plana y el sonido es muy claro. En mi caso tengo los dos HS-7 solos, sin subwofer, y la verdad es que lo hecho en falta. Los graves son potentes y los agudos cristalinos. No hecho en falta mayor nivel en los medios, que suele ser uno de los puntos flojos de este tipo de monitores.
El monitor está fabricado con materiales robustos y cuenta con interruptores en la parte trasera para adaptarse a la habitación donde están colocados. Hay un mando que controla el nievel de entrada (volumen), que en mi caso está a la mitad, y en mi caso no necesito subirlo.
Quizás el precio sea un poco superior al de otro monitor de similares características, pero la calidad tiene un precio, y en este caso merece la pena gastarse unos pocos euros más y adquirir un monitor Yamaha de la serie HS.