Llevo unos meses con este artilugio en casa y estoy encantado. Hay que dedicarle un tiempo a configurar los parches; su ubicación, volumen, sensibilidad, reverb... Cuando tienes tu kit montado al gusto se puede conseguir un sonido muy fiel a una batería real.
Como entrenamiento es estupendo, para tocar en casa a cuaquier hora y además no se desafina, no rompes parches, puedes tocar en absoluto silencio y se puede hacer casi de todo.
Sirve para zurdos o diestros indistintamente.
Tal y como dice el fabricante, no es un juguete, sino un verdadero instrumento musical que exige horas de práctica.