Los compré para monitorizar con ellos mis grabaciones y mezclas en mi Home Studio. La presentación al abrir la caja contenedora es propia de AKG, incluyendo cable largo y fino, cien veces pasado por debajo de las ruedas del sillón de trabajo, y están como el primer día, también incluye cable rizado de repuesto y adaptador dorado para la clavija que va roscado y evita con los tirones que se escape.
El sonido es cristalino puro, oyéndose el Bajo perfectamente y sin el retumbe , a veces exagerado de los monitores estéreo, así como los agudos, si acaso un pelín, para mi gusto, resaltados, pero no excesivamente, y en medios el sonido es muy bueno.
Una particularidad que tienen es la del autoapagado cuando te los quitas de los oídos y los dejas en la mesa, detalle estupendísimo de AKG que no todos los auriculares incorporan.
La impedancia no es muy baja por lo que el volumen que desarrollan va en consecuencia; o sea no dan mucha caña a los oidos, pero sí la suficiente para oir todas las pistas grabadas con nitidez profesional y poder mezclar en óptimas condiciones-
Se me han caído al suelo montones de veces por pisar el cable con los pies... y aún siguen vivos y coleando y dando mucho juego, su construcción es robusta pero a la vez de uso liviano y muy cómodo, yo hago sesiones de mezcla de 2-3 ó 4 horas y no noto fatiga en las orejas. De todas formas lleva 2 tipos de almohadillas diferentes para intercambiar según las estaciones del año, y evitar sudar tinta china sobre todo en verano.
Muy recomendables para Estudio, para mí los mejores.