Tenía ya la versión anterior del producto, que viene con un pequeño estuche cilíndrico para meter en el llavero. Esta vez el estuche es algo más aparatoso, ocupa como la mitad de una cajetilla de tabaco, pero se puede meter todos los tapones y los filtros y llevarlos siempre encima. Ni mucho mejor ni mucho peor en ese aspecto.
Por lo demás, los tapones son cómodos como siempre, fáciles de limpiar, con una pasada de agua y jabón, y se adaptan bien al interior del canal auditivo. Dan una protección adecuada para un ensayo, pero tampoco muy elevada. Como es normal quitan más agudos y medios que otra cosa, así que para cantantes y guitarristas puede ser un poco más difícil oírse y hay que acostumbrarse. Quizás si no se quiere perder nada de definición es más recomendable unos monitores in-ear.
También los he usado para asistir a conciertos como público y me resultan imprescindibles, ya que me protegen de que se me agrave el tinnitus.