Este micrófono de condensador de Behringer está indicado para aquellos que no puedan pagar alguno de más calidad (incluídos los B1 y B2 de la propia marca), o simplemente para los que no necesiten una calidad profesional y sólo quieran grabar modestamente en casa. Para esto da buenos resultados y no se puede calificar de insatisfactorio.
Es robusto y sólido, viene en un estuche pequeño de transporte, menos abultado que los que acompañan a la mayoría de micros de condensador y la verdad es que lo hace más cómodo de transportar. No incluye una malla de sujección al pie, sino una pinza (con adaptadores para que encaje en varios tamaños de tuerca) que no obstante cumple perfectamente su cometido.
El sonido es pobre comparado con la mayoría de sus competidores, pero hay que tener muy en cuenta el precio, y es que es claramente una de las opciones más económicas que hay en el mercado. Especialmente, los agudos no se recogen con fidelidad ni especial belleza; y sin embargo, he mostrado a muchos conocidos varias grabaciones realizadas con este micro (con dos de ellos simultaneamente) y nadie ha pensado ni por un momento que el sonido fuera malo.
Sinceramente, por lo que valen dos de estos micros, se puede uno montar un estudio casero muy modesto pero muy efectivo si es con objetivos sencillos.