Behringer ha convertido al gigante gaseoso Júpiter en un planeta enano. Porque el JT Mini está inspirado en nada menos que uno de los colosos analógicos vintage más codiciados, y no se trata de un clon, como podrían sugerir sus compactas dimensiones. En cualquier caso, el circuito analógico y el equipamiento del Behringer JT Mini pretenden evocar recuerdos de su famoso antepasado. Lo cierto es que bajo el capó de esta cajita hay más potencia de síntesis de la que cabría esperar de un aparato de este tamaño: el JT es polifónico, tiene un filtro multimodo, un arpegiador y hasta un secuenciador almacenable. Esto hace adecuado al sintetizador no sólo para setups minimalistas, sino también para su uso en el estudio.
La generación de sonido del Behringer JT Mini es analógica, y está inspirada en los circuitos clásicos de su predecesor. El sintetizador tiene tres osciladores con varias formas de onda, inclusive PWM. Cuando se toca en modo polifónico, el JT ofrece tres voces parafónicas. En modo Unisón es monofónico y los tres VCOs pueden desafinarse entre sí con Detune. El filtro es una combinación de paso bajo y paso alto; la pendiente de borde puede conmutarse entre 12dB y 24dB. Una envolvente y un LFO controlan el VCO, VCF y VCA. El secuenciador interno puede grabar patrones con 16 pasos, así como movimientos adicionales del controlador. La sincronización con dispositivos externos es posible a través de la E/S de sincronización o vía MIDI. Para un funcionamiento más cómodo, el sintetizador puede controlarse por MIDI con un teclado controlador o desde un DAW.
Un dispositivo tan compacto y asequible resulta, naturalmente, una introducción ideal al mundo de los sintetizadores. El Behringer JT Mini muestra un panel de control claro con acceso directo a los parámetros y proporciona texturas, bajos y sonidos lead analógicos absolutamente convincentes. Sus posibilidades no son ni demasiado limitadas ni están sobrecargadas. El JT Mini también es una adición práctica y sonoramente convincente para los setups de escritorio. Este práctico dispositivo es fácil de transportar, se deja alimentar a través de USB (power bank, smartphone, portátil) y se puede controlar fácilmente con otras grooveboxes y secuenciadores. Como sintetizador analógico polifónico, es capaz de expandir un setup conformado por pequeños dispositivos con variedad de sonidos con un toque vintage.
Fundada en Alemania por Uli Behringer y ahora con sede en China, la empresa ha sido sinónimo de equipos económicos desde el primer producto, el Studio Exciter F. Mesas de mezclas como la Eurodesk MX8000, así como innumerables procesadores de señal y, más tarde, también equipos de sonorización, han hecho posible que innumerables músicos, incluso con presupuestos limitados, equiparan sus estudios domésticos, salas de ensayo y PA móviles con equipos que de otro modo hubieran sido inasequibles. La gama de productos de Behringer ha crecido constantemente a lo largo de los años. Por medio de la adquisición de otras empresas, entre otras Midas, Klark Teknik y TC Electronic, no solo incorporaron nuevos grupos de productos, sino que también aportaron sus conocimientos técnicos al desarrollo de productos.
Como dispositivo móvil, el Behringer JT Mini se muestra ideal para desarrollar ideas para de líneas de bajo y hooks. No importa dónde uno se encuentre, solo hay que conectar el power bank y unos auriculares y todo está listo para empezar. Es cuestión de tocar en el teclado de 2 octavas una par de pequeñas melodías en el secuenciador y grabar adicionalmente barridos de filtro y modulaciones. En el estudio, las líneas se graban como pistas de audio en la DAW, que se pueden añadir posteriormente. Pista a pista, la canción crece con melodías, líneas de bajo, acordes, pads y pistas de fondo. Incluso la limitación de la polifonía a 3 voces puede ampliarse siguiendo este concepto, grabando acordes más grandes con el mismo sonido en dos o tres pistas DAW sucesivamente. Este truco ya se utilizaba en muchas producciones en los años 70s, y sigue funcionando de maravilla hoy en día.