Como afinador no tiene muchas pegas (es decir, por este precio): afina correctamente, las luces son estables y no hace cosas raras. Eso sí, a mi me duró tres directos: el muelle del pedal de repente dejó de responder e incluso en un concierto tuve que agacharme hasta tres veces para darle con la mano porque se quedaba enganchado y no cambiaba. Y, cuando parecía que se había arreglado y había sido algo puntual, en la siguiente actuación me pasó exactamente lo mismo. Fiabilidad nula y casi es lo único que se le pide a un pedal de afinación. Quizá yo tuve mala suerte con el mío y vino defectuoso o algo... pero si lo sé, me compro el Boss de cabeza aunque cueste 4 veces más.