Una mesa de mezclas cuyos mejores aliados son su reducido peso y su estilo compacto. Por su ligereza, es ideal para llevar y montar en dos minutos tu ordenador y un micrófono a tu equipo de sonido. Es perfecta para improvisar montajes rápidos. Con respecto al sonido, no tiene ninguna falla.
Es extremadamente útil para micrófonos de condensadores, ya que incluye la entrada fantasma de 48 voltios y es realmente fácil de instalar, dando salida directamente por USB. Incluye control de ganancia y la propia ecualización de micrófono. Esto es, funciona además como una tarjeta de sonido para ordenador, bastante rápida, hay que decir.
En cuanto a la fabricación, esta es más que correcta, un acabado en plástico muy elegante, muy limpio. Los seis 'sliders' y los potenciómetros deslizan estupendamente. Sin embargo, la configuración de salidas y entradas, realizadas mediante los tres interruptores superiores puede ser un poco liosa al principio, hasta que le coges el truco.
En definitiva, esta es tu mesa si lo que buscas es un producto compacto, ligero y fácil de instalar; si requieres tarjeta de sonido con alguna entrada más que la de tu PC o bien, si necesitas realizar la conexión de tu micrófono de condensador de forma sencilla.