Me la compré porque ya la había probado antes, y es la mejor sordina que me he podido comprar nunca.
Es muy PEQUEÑA, cabe dentro de la campana ya guardado el trombón en su funda o estuche. Gracias a su tamaño la puedo llevar siempre a todos lados sin necesidad de ir con bultos de más. Además NO PESA nada de nada, a veces sin querer he empezado a tocar con ella porque al no notar su peso se me olvida quitarla.
La reducción del volumen no es que sea una cosa increíble, pero tampoco tengo queja. Me encanta lo fácil que resulta tocar con ella, porque NO RETIENE aire.
Volvería a comprarla sin dudar.