Lo malo de aprender cosas sobre la marcha es que te enteras de particularidades con las que ni contabas. Lo bueno es que cuando tropiezas con ellas (¿qué diantres es eso?) tu vida cambia por completo. Toco el Venova hace ya meses, y supe de la existecia de las almohadillas hace poco. Estas almohadillas son la grán diferencia si te enfrentas a una boquilla de saxo soprano, suponen la comodidad y la seguridad. Ni siquiera se queda la marca de los dientes, al menos en mi caso, y duran bastante. Ay, si supiésemos de todo ya al nacer...!