Recientemente adquirí un amplificador combo Marshall Origin 20. Aunque tiene reducción de potencia y Master, está claro que para sacar el mejor sonido tienes que tener la etapa de potencia al máximo y ajustar ganancia. Y ahí es cuando empiezan los problemas cuando tocas en casa, el volumen resultante sube exponencialmente, acabas tocando muy suave perdiendo toda la dinámica... si no tienes un atenuador.
Con el atenuador puedes ajustar el amplificador como tus oídos deseen y posteriormente usar el atenuador como si de una radio o cadena de música se tratase, con un volumen final ajustable a las circunstancias, al fin y al cabo es el volumen en el que hemos escuchado de los discos la música que nos ha inspirado.
Es igual que tocar a toda leña? No, pero al menos permite disfrutar del crujido valvular sin que tu familia te eche de casa.
El atenuador, al ser pasivo, no precisa alimentación propia, por lo que su conexión al amplificador es muy sencilla y rápida. Puede que quite algo de agudos, pero nada que no se corrija en un segundo con la ecualización del amplificador. La construcción es resistente y su precio es asumible e ideal para el guitarrista casero y familiar.
Como resumen final, artículo barato y de buena calidad, indispensable para tocar (y disfrutar) en casa con tu amplificador de válvulas.