Nunca me he gastado mucho en correas, siempre tiraba hacia las míticas Hernie Ball que, aunque muy baratas y bonitas, nunca me terminó de convencer su construcción, hasta el punto de soltárseme una en mitad de un ensayo rompiendo parte del costado de mi Les Paul.
Esta correa llamó mi atención desde el principio por los straplocks, pues después del incidente de mi guitarra quería asegurarme de que no volviera a pasar. Tras pensarme un tiempo si de verdad quería gastarme 30€ en una correa, me decidí y la pedí.
Al tenerla en las manos lo primero que notas es la calidad, simplemente impresionante, como un cinturón de coche. Es cómoda, no raspa, no da calor y, lo más importante, los straplocks son 100% seguros y prácticos. Es comodísimo solo necesitar una correa para todas las guitarras, pues con dos clicks (bastante satisfactorios) ya está quitada.
Si quieres una correa que te dure mucho tiempo, que sea cómoda y que mantenga tus guitarras a salvo, no busques más, es la tuya.