Las EXL 130 son de lejos la mejor elección para una guitarra rítmica contundente y fuerte cuando se toca con distorsión, y claras y brillantes para tocar en limpio. Cómodas y suaves al tacto, son geniales para tocar un par de horas y no notar molestia alguna. En mi caso en particular, a la hora de puntear con distorsión no han resultado como esperaba, pero cumple de sobra con su cometido.