Como todos, guardaba por razones sentimentales mi primera guitarra, una Samick Strato de 17.000 ptas. del año 94. Carne de cañón en cuanto le quitara el ojo a la parienta. Así que decidí sacarle el máximo partido con este juego de Dimarzio. Lo mejor es la facilidad de instalación, ya que está todo precableado, aunque tienes que tener cuidado en su colocación, en particular si vas a re- forrar de aluminio el interior de tu guitarra y hay alguna posibilidad de interrumpir el circuito de la señal. El resultado dependerá también de la calidad de la madera de la guitarra. Pero en todo caso puede quedarte una guitarra para tocar en casa con un miniampli portátil, como una guitarra de repuesto para los conciertos si no tienes un buen fondo de ellas, e incluso para prestar al pesado de turno... Una oportunidad.