Epiphone J-45 Studio VS

Lleva tapa maciza de pícea, clavijas encapsuladas, la acción bien ajustada, sonido metálico y profundo con buenos tonos medios y graves. El mástil es suave, acabado mate. Trae en la caja de cartón un póster, una pegatina grande y una llave allen para ajustar el alma con sus instrucciones (en inglés). La pala pesa mucho, por el tamaño y los encapsulados. Viene sin el marcador del tercer traste, tanto en el centro del diapasón como en el perfil. Traía una ligera mancha de cola en el mástil, donde se une con la caja, pero se nota muy poco.

Las cuerdas que vienen con esta guitarra son del calibre 12-52. Llevan colores en sus cabezas, al igual que las D'Addario, pero creo que son de una "marca blanca".

Esta guitarra es de escala larga (648 mm), por lo que teóricamente es ideal para manos grandes o medio-grandes, para los acordes de cejilla como Fa Mayor. Esta Epiphone se puede usar para fingerpicking (con 43 mm. de cejuela es ideal), strumming, punteos... Es perfecta para para blues, rock, country, pop...

Una gran compra por este precio. Muy recomendable.

Los acabados de construcción son bastante malos: encolado, barniz, golpeador... Pero esta guitarra tiene las mejores clavijas de afinación que se pueden conseguir en este rango de precio, realmente buenas; y al menos tiene la tapa frontal maciza. El mástil muy cómodo, tanto por anchura como por el acabado satinado. La acción a mí me va bien según la ajustan de fábrica. El sonido es decente, tira a metálico, esperaba algo más cálido al ser un híbrido dreadnough-jumbo. En fin, pesa más de lo que esperaba, pero es cómoda, y para ensayar, aprender, moverla o tocar en casa un rato, cumple bien por un precio fantástico. En su gama, probablemente es la mejor ahora mismo, al menos de entre los modelos que ofrece Thomann.

La pegatina del golpeador es feísima y se levanta, me duró una semana antes de terminar de arrancarla por hartazgo, dejando el consecuente pegote de restos de cola. Por último, mi enhorabuena a Thomann, que obró un milagro de embalaje para que llegara de una pieza, porque la caja original no trae ni una triste protección.