Estupendo bajo, precioso, fiel a su esencia, y con especificaciones de bajo de mucho mayor precio.
Me encanta el color, no quería un blanco nuclear como lo es el arctic o el polar white de fender, y el primer olympic white empieza en los 1500€ creo, con el professional.
Los trastes son narrow tall (0.55 alto), y no los frecuentes y bajitos medium-jumbo (0.36 alto) de muchos otros mástiles. Comparativamente me encanta, porque siento mucho mejor donde están mis dedos y tengo que mirar menos o nada.
El tinte vintage anaranjado del mástil le da un aspecto de bajo de alta gama (tuve un squier affinity de mástil pálido horrible) y lo valoro mucho, pero es una valoración estética y personal.
El acabado aparente es impecable, y no he encontrado imperfecciones en pintura, barnices, trastes.
El sonido lo encontré inicialmente como de baja calidad. Mas crudo y metálico que mi fender Jazz MIM que es mas oscuro y orgánico. En posteriores valoraciones me fue gustando mas este sonido algo mas duro y descarnado, que creo es mas propio de los P- bass.
Como notas negativas, hubiera preferido aliso al álamo del cuerpo, encontré un tornillo del puente y otro del golpeador pasado (el álamo es mas blando).
El barniz del arce del mastil es brillante y aunqeu precioso, engancha, hubiera preferido satinado.
Perfecto para mods, aunque no necesita nada, yo he cambiado puente y clavijeros para contrarrestar cabeceo en posicion sentado, y cambiaré pastilla por una fender `63 solo por enredar.