Esta silla es bastante cómoda a la hora de tocar sentado y a la vez no ocupa espacio si antes ya tenías un soporte de guitarra, ya que la silla va a sustituir ese soporte.
La construcción aunque a simple vista parece que tiene materiales delgados, la verdad es que una vez te sientas, no parece que se vaya a romper. El reposapies es algo pequeño para poner los dos pies, pero se puede. El asiento y el respaldo son firmes sin dejar de ser cómodos (aunque no me paso más de media hora sentado).