El objeto és simple, lo único importante es que tenga los bordes completamente rectos y lisos. En el caso del artículo recibido, estos bordes están bastante mal acabados, con irregularidades y rebabas peligrosas, por lo que he tenido que rectificarlo con piedras de afilar y papel esmeril sobre un vidrio para dejarlo correcto.
Para mí no es excusa que un artículo no cumpla bien su función y esté mal acabado por el hecho de ser económico.