Merece la pena comprarse púas de verdad. Éstas son realmente malas, y aunque es buena la idea de un set con diferentes grosores para que un principiante vea qué grosor se ve más cómodo, fracasan estrepitosamente. Son muy malas, aunque es cierto que se puede tocar con ellas, de modo que por ser regaladas y como primeras púas para iniciarse, pues no están del todo mal.