La caña en sí es bastante blanda y muy fácil de hacer sonar, pero hay que tener mucho control sobre ella para que las notas suenen afinadas.
Respecto al sonido, es bastante plasticoso aunque muy potente. Registro fácil de hacer sonar... excepto en las notas sobreagudas a partir del Mi de la tercera octava, donde la mayoría de las veces resulta imposible hacer sonar dichas notas.
En cuanto al material, es de muy buena calidad y la textura recuerda bastante a las cañas de madera.