Si, como yo, cada 6 o 8 meses desmanteláis el estudio y lo reubicáis en busca de la perfecta ergonomía es muy útil.
Yo lo he tenido encima de una mesa, salvando el hueco de una fregadera (¡!) atado con bridas a una extensión de pié de teclado...
Lo tengo cargado con procesadores a los que siempre quiero tener acceso cómodo para tocar, así que nunca pierde su sitio en el estudio.
También lo he llevado a un par de directos.
Muy útil.