Por menos de 150€ consigues un sinte con tres osciladores, un filtro analógico con una resonancia súper agresiva y un secuenciador. Ya solo por eso merece la pena. Además, es un cacharro muy versátil, no solo para sonidos de bajo.
Lo único que no me convence es el teclado de cinta y el pequeño tamaño de algunos de los potes, pero por este precio es que no se le puede pedir más, sinceramente: si el presupuesto es limitado, yo ni me lo pensaría.