Es un micrófono muy sencillo, pero muy útil para ser colocado durante la actuación. A pesar de su simplicidad, se desconecta de la parte metálica mediante una especie de pinza, que además permite la regulación que, aunque sea de apenas un centímetro, ya va muy bien para colocar el micrófono en la posición adecuada.
El diseño es sencillo y muy funcional. El protector del propio micro es muy útil y mullido, e impide interefencias y ruidos, y su tacto es suave, por si roza con la piel. Se puede curvar y adaptar perfectamente. La parte metàlica también se adapta muy bien, y su colocación con una sola mano, que a veces es necesaria, es posible.
En definitiva, un buen micrófono cuya principal ventaja es su sencillez y su sonido equilibrado y de calidad.