Tras 20 años de relación amor-odio con mi Valvestate VS100R me desprendí recientemente de él pensando que Marshall era para los amantes de la alta ganancia y que para emular los tonos del Beano había que invertir en un 1962 (y en un roadie que cargara con el peso).
Las malas críticas de los primeros tiempos de la serie Origin han dado paso a una fase de redescubrimiento en el que distintos usuarios han comunicado muy buenas opiniones de estos amplificadores, sobre todo para los que gustan de saturaciones moderadas.
La primera impresión tras enchufar mi Les Paul fue de sorpresa ante lo agudo que suena el ampli a bajo volumen, acostumbrado a tener que subir siempre agudos con mis Gibson 57 Classic. El amplificador tiene unos limpios muy bonitos y cercanos, aunque se echa de menos no disponer de Reverb.
Sin embargo, donde brilla este amplificador es cuando se pone al Master a tope y se calientan las válvulas de la etapa de potencia. Ahí se equilibra la ecualización y permite disfrutar tanto de limpios con cuerpo como ese tono saturado sin excesos propio del Clapton de los primeros tiempos. Así, me parece un amplificador ideal para amantes del blues-rock.
A nivel técnico, es interesante poder contar con el TILT, que parece fundir unos hipotéticos canales normal y brillante, y la Presencia de la etapa de potencia. Tiene un Gain Boost que hubiera deseado que no aumentara tanto los graves, pero que da ese empujon aprovechable en momentos determinados.
Un enorme e incomprensible fallo es que el estupendo bucle de efectos precise de que el pedal del amplificador esté conectado. Esto implica más cables por el suelo, ocupar espacio en pedalera...
La función de atenuación de potencia es muy buena, a 20W suena fortísimo, a 3W suena también realmente alto, pero más controlable sin perder matices, y a 0.5W puedes tocar en casa salvo si pones a tope el Master, que ya hace subir la cosa más de los apropiado si buscas saturación (yo uso atenuador externo y listo).
El precio es buenísimo, y la calidad percibida de materiales es muy buena. Todo parece sólido y bien cuidado. Es bonito y elegante. Y su peso hace que puedas llevarlo y traerlo sin roadies o traumatólogos.
En resumen, una compra recomendada para los que busquen un clásico sonido blues-rock valvular a un precio imbatible.