Suenan totalmente diferentes a las de niquel, con muchos más medios y unos armónicos excelentes.
Sin embargo, la duración prometida no se cumple. Una semana después de ponerlas las cuerdas agudas ya se ven negras entre los trastes III y XII, como si hubiesen perdido el baño de oro.
Otras dos semanas después, las tres cuerdas agudas están negras y no hay rastro del baño de oro.
Pasado un mes, las cuerdas están negras y oxidadas en todo el diapasón (las 3 agudas).
Conclusión: no cumplen la duración prometida, aunque sí pueden ser cuerdas para colocar para una actuación o para grabar por su riqueza inicial en medios y en armónicos.